Sunday 14 November 2010

Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante.

Me encanta el helado de frambuesa.
Ayer leí en un libro, que si te invitan a helado de frambuesa, se están declarando. ¿Quién se ha inventado semejante parafernalia? ¿Qué pasa con los que nos gusta el helado de frambuesa por que sí? Ese sabor a fruta del bosque tan especial, y esas pepitas congeladas que puedes mordisquear. Simplemente es un pequeño placer, un pequeño juego con tu lengua y el helado, que intenta ganar para no quemarse con el frío. Entonces, cuando salga y me quieran invitar a un helado, ¿qué tengo que hacer? ¿me resisto y pido un normalucho helado de chocolate o pido sin más uno de frambuesa?
Creo que de momento, seguiré pidiendo de limón.