Tuesday 10 May 2011

Forever young.

Pues sí, aquí estoy yo. Subo las escaleras de dos en dos con la música a todo volumen. Veo que voy dejando atrás a chicas repintadas con zapatos imponibles, escotes hasta el ombligo y el peinado de moda que previamente han estado probándose unas aproximadamente...¿2 horas? Sigo haciendo malabarismos para no caerme en las escaleras y echo a correr hacia el piso más alto. 231 escaleras en total, 6 kilos en la maleta de estrés, añoranza de lo pasado, y la euforia de un día nuevo, un día nuevo por descubrir. Dejo la mochila en la primera mesa que veo y me encamino al banco que veo más cerca. Me siento, cruzo los pies, los descruzo, me recuesto para detrás, me echo para adelante. Finalmente encuentro la posición perfecta. Cruzo los pies como un indio y tatareo. Dejo atrás los prejuicios, hace tiempo que los deje en el cajón del fondo. Sí, así se vive mejor. Sigo mirando a la gente, pero a la vez, pienso que todos están en una especie de videojuego controlados por una sociedad que da asco. X O Δ Δ y que siga el juego. Todos iguales. Todos parecen hacer lo mismo. Y me veo diferente. ¿Y si todos se ven diferentes? ¿Somos realmente diferentes? Mmm...acaba de tocar el timbre. Hoy me espera un gran día. Ciao bella.



6 comments:

Anonymous said...

I love it. (:

Ana Ascanio said...

<3

Alejandro García Delgado said...

debo decirle que todos hemos escuchado música solos en un banco con auriculares tarareando una canción y que sin duda ese momento... por los pocos minutos que esa canción dura no solo somos felices sino que creo que estamos plenamente satisfechos de nosotros mismos =)

Ana Ascanio said...

Verdad que es fantástico? :)

Alba said...

Cada vez que entro en tu blog siempre voy a los mismos escritos y este es uno de ellos.
Me encanta ! Te quiero !

Ana Ascanio said...

Alba, no sabes lo que me llena que me digas eso, muchisimas gracias cielo!