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Allí estaba de nuevo. Casi dos años después.
Tú, yo, y si eso, el mundo.
Abrazados en el mismos lugar, mi cabeza contra tu pecho.
Se levanta mi cara al ritmo de tus latidos.
Mi respiración se acompasa con tu respiración.
Cierro los ojos y siento tus manos que buscan mi cara.
Me agarras fuerte, como si no quisieras dejarme marchar.
Han pasado casi dos años, pero la sensación es prácticamente la misma.
Amor. Amor un poco más maduro, más seguro,  más entregado.
Tú, yo, y si eso, el mundo.
Y ahí sigo yo. Intentando contener un sentimiento que no se entiende bien.
Será que he pasado miedo. Pero a pesar de todo, siempre me has sacado una sonrisa del bolsillo.
Siempre consigues hacerme feliz.
Me haces feliz, me haces feliz al igual que hace 2 años, y al igual que lo harás dentro de 26.
Lo eres todo. Lo eres todo en mi vida.
Y no quiero salir de ese mundo paralelo que nos creamos.
Los coches pasan.
Las luces se apagan.
Tu..
Yo...
Y nuestro mundo.